www.paquebote.com > CICERON
Traducción de Mª José Muñoz Jiménez.
Septiembre del año 44 a.C. En una Roma todavía conmocionada por el asesinato de Julio César, Cicerón ve en la política de Marco Antonio, que se perfilaba como sucesor del dictador, un peligro para la supervivencia de la República. El día 2 de ese mes pronuncia ante el Senado el primero de los discursos que compuso contra aquél, conocidos como Filípicas. En ellas Cicerón critica las actuaciones de Marco Antonio y logra que el Senado, tras intentar una salida negociada al conflicto entre éste y Décimo Bruto (negociación a la que Cicerón se opuso), termine poniéndose en contra de Antonio, quien, finalmente, es derrotado en Módena y declarado “enemigo de Roma”. Pero con la formación del Segundo Triunvirato y la rehabilitación política de Marco Antonio, las Filípicas terminarán por costarle a Cicerón la vida.
La fama de las Filípicas (cuyo título se debe a la admiración que Cicerón sentía por Demóstenes y, más concretamente, por los discursos que este autor escribió contra el rey Filipo II de Macedonia) radica más en las circunstancias que las rodearon que en el propio texto. Sin embargo, desde el punto de vista estilístico marcan el apogeo de la elocuencia ciceroniana y en ellas encontramos juntos rasgos de todos los discursos anteriores. Su lengua constituye, además, un auténtico paradigma de la norma clásica. Se pueden encontrar ecos e influencias de las Filípicas en la Historia Augusta, Juvenal, Séneca el Viejo, Quintiliano, Alciato o Tassani. Influencia que ha calado en el idioma, donde “filípica” se ha convertido en nombre común con el significado, según María Moliner, de “reprensión extensa y violenta
dirigida a alguien”.
La traductora, María José Muñoz Jiménez, es profesora titular de Filología Latina de la Universidad Complutense de Madrid.
En el 45 a.C., dos años antes de su muerte a manos de un sicario de Marco Antonio, Cicerón pasaba ya más tiempo en su finca rural de Túsculo que en Roma, retirado de la vida pública y preocupado por la convulsa situación de la República. Allí compuso
La figura de Marco Tulio Cicerón 106-43 a.C., orador, político, filósofo, constituye, sin lugar a dudas, una de las más relevantes de cuantas nos haya legado la Antigüedad clásica. Nacido en el seno de una familia perteneciente a la nobleza local de Arpino, recibió una formación completa y esmerada. Gracias a su brillante oratoria, se convirtió rápidamente en un reputado abogado y, a pesar de no pertenecer al orden senatorial, inició una fulgurante carrera política que alcanzó su cima al ser nombrado cónsul en el año 63 a.C. La variedad, la riqueza y la amplitud de la obra de Cicerón resultan casi inverosímiles para una única persona. Es autor de multitud de discursos forenses Verrinas y políticos Catilinarias, Filípicas, tratados de elocuencia Sobre el orador, Bruto, filosóficos Sobre la República, Del supremo bien y del supremo mal, Disputaciones tusculanas o de temática religiosa Sobre la naturaleza de los dioses.