Tras estudiar Física en Cambridge, Ben Meiller se hizo famoso como humorista, actor y director de series televisivas británicas. En este libro nos muestra el aspecto quizás menos conocido de la ciencia: su belleza y fascinante capacidad de seducción. En un momento en que vivimos un extraordinario florecimiento del conocimiento científico, no podemos ignorar que somos simios mutantes, que vivimos una glaciación a bordo de una bola de hierro fundido, que orbitamos alrededor de un agujero negro supermasivo, que el Gran Colisionador de Hadrones está desentrañando los secretos de lo infinitamente pequeño, y que el Telescopio Reflector Hubble está explorando los más lejanos confines del universo. Es realmente esencial conocer todas estas cosas y algunas más no sólo porque son importantes, sino también porque nos sorprenderán y fascinarán. Si alguna vez ha sospechado que se está perdiendo una parte espectacular del conocimiento científico, después de leer No hace falta ser Einstein la ciencia se convertirá en una de las alegrías constantes de su vida.
• Ben Miller estudió Física en la Universidad de Cambridge, y ya estaba trabajando en su tesis doctoral cuando abandonó los estudios para dedicarse a trabajar como actor cómico, alcanzando la fama como parte del dúo cómico de televisión más popular del Reino Unido, Armstrong & Miller. Pero siempre ha mantenido un apasionado interés por las ciencias.

Ben Miller nos muestra en este libro dotado de regocijante humor el aspecto quizás menos conocido de la ciencia: su belleza y su hipnótica capacidad de seducción. En un momento en que vivimos un extraordinario florecimiento del conocimiento científico, no podemos ignorar que somos simios mutantes, que vivimos una glaciación a bordo de una bola de hierro fundido, que orbitamos alrededor de un agujero negro supermasivo, que el Gran Colisionador de Hadrones está desentrañando los secretos de lo infinitamente pequeño, y que el Telescopio Reflector Hubble está explorando los más lejanos confines del universo. Y como nos demuestra Miller en estas páginas en las que hace un recuento tan fresco como fascinante del actual estado y funcionamiento de la ciencia, no hace falta ser Einstein para que ésta se convierta en una de las alegrías cotidianas de la vida.