www.paquebote.com > BRUNO SCHULZ
Todos los relatos de uno de los mayores escritores del siglo XX publicados por primera vez con las ilustraciones originales del autor; El libro idólatra, un cuento sorprendente con imágenes, y los escritos teóricos y críticos, algunos de ellos encontrados recientemente.
«La fuente de la fantasía visionaria de Schulz (Drohobycz, actualmente Ucrania, 1892-1942) es la atestada y desordenada tienda de telas de su padre: un viejecito-demiurgo que trastoca de manera imprevisible todas las reglas de la física y de la razón. Jacob trepa como una arañita por los estantes, persiguiendo a las arañas; elabora caprichosas cosmogonías interpretando a su manera los signos celestes; se rodea de extrañas y variopintas especies de volátiles, convirtiéndose a su vez en una especie de feroz cóndor; se transforma en bombero con su uniforme rojo llameante y alamares de oro; Metamorfosis, disfraces, viajes en el espacio y en el tiempo se superponen con el auxilio de una lengua poética rebosante de metáforas. Escéptico acerca de las posibilidades del conocimiento humano, Schulz había dado libre curso a la fantasía y a la ;mitificación; de la realidad.
En su infinita variedad de aspectos, la obra de Schulz tiene unidad a su manera. Los relatos, junto con los dibujos, constituyen un Libro: una especie de Biblia de la infancia perdida, de aquel periodo en el que, gracias al Padre, todo parecía ;y era; posible.»
Francesco M. Cataluccio
Les botigues de color canyella (1935) i El sanatori de la clepsidra (1938) són, gairebé, un sol llibre. No cal explicar qui va ser Schulz. Un professor d?arts i oficis, un dibuixant sorprenent que es va aferrar a la literatura com si no hi hagués res més al món. Un egoista que només tenia relacions epistolars. Un neoplatònic pervers, un mitòman... L?han comparat amb Kafka, però en els llibres de Schulz, és el pare qui es transforma (en cranc, en bomber, en homúncul, en no-res), i a més no hi ha ni llei ni condemna, sinó el desig torbat dels homes per redimir-se del tedi i expressar-se caòticament, com la matèria. Alguns es fan diminuts com ninots, d?altres vegeten en taules de cerveseria, extàtics i llepats per la humitat; d?altres es fan tan plans que es confonen amb les façanes de les cases; d?altres són pures cames lascives, caps assedegats, aspirants a maniquins o a desaparèixer en el vent, a ?retirar suaument les mans del timó de la nau encallada de la vida?.