Poco antes de su muerte, en 1984, Brassaï explicó cómo la ciudad de París había sido para él una fuente inagotable de inspiración, un tema unificador y una idea fundamental que consiguió caracterizar cada una de las fases de su obra artística y que se hallaba en el núcleo de su trabajo. A través de 250 fotografías, este libro presenta las diversas facetas del París al que Brassaï amaba: desde la ciudad nostálgica que descubrió en su infancia a principios de 1900 hasta el grafiti siempre cambiante de las paredes de la ciudad; desde los juerguistas de los bares bohemios hasta el intercambio artístico con Picasso. Una visión de un París eterno, en el que Brassaï captó a la gente común durante su vida cotidiana, elevando lo familiar a un nivel sublime. Brassaï, húngaro de nacimiento, dedicó más de cincuenta años de su creación artística a captar todas las facetas de su ciudad adoptiva. Desde niños graciosos durante sus juegos en los jardines públicos hasta parejas de novios en parques de atracciones, desde estrellas de la ópera o del ballet hasta prostitutas y vagabundos, y de callejuelas adoquinadas a grafitis efímeros: sus fotografías encarnan la verdadera esencia de París.   El ojo de Brassaï ha captado los variados barrios parisinos y ha celebrado el romanticismo de la ciudad con imágenes de elegantes transeúntes de paseo frente a los escaparates en la rue de Rivoli, trabajadores del carbón a lo largo del Sena, contrastes de luz en las gárgolas de Notre-Dame... y la majestuosidad en su sentido más puro, en los monumentos parisinos más emblemáticos, como la Torre Eiffel o el Arco de Triunfo.

Este libro es una reflexión sobre la personalidad y el arte de Henry Miller que se transforma en una biografía con la agudeza y el talento para el retrato propios del autor de Conversaciones con Picasso.
Brassaï y Miller se conocieron en París en 1930.
Muy pronto inciaron una cordial relación basada en la admiración mutua y en la fascinación que ambos sentían por determinados ambientes de la capital francesa. El resultado de dicha amistad son estas páginas que evocan, a través de conversaciones y cartas, los años de miseria y aprendizaje en París del autor de Trópico de Cáncer. Libre de la opresión que sobre él ejercía la puritana sociedad norteamericana y de la tempestuosa relación con su mujer, June, Miller de rienda suelta a su talento y vive intensamente, enriqueciéndose con la amistad de Anaïs Nin, Alfred Perlès o Lawrence Durrell.
Brassaï lo cuenta todo con la viveza de quien fue, en gran medida, protagonista.

El fotógrafo de origen rumano Brassaï vivió a fondo el París bohemio y artístico del período de entreguerras, que plasmó en su libro "Paris de nuit", con el que alcanzó reconocimiento. En 1932, Brassaï entró por primera vez en contacto con Picasso, con quien mantendría encuentros regulares hasta 1947, primero en su estudio de la rue de la Boétie y, más tarde, en el de los Grands Augustins. Picasso dedicaba la tarde y la noche al arte, pero por las mañanas recibía a amigos y conocidos, además de a una nutrida pléyade de curiosos atraídos por su celebridad universal. De la relación entre fotógrafo y pintor nació el encargo de fotografiar las esculturas del padre del "Guernica". A Picasso le gustaba la nueva vida que Brassaï insuflaba a sus obras, mientras que el rumano nunca dejó de estar fascinado por la inagotable vitalidad creadora de Picasso. Fruto de tantos encuentros fue este volumen, publicado por primera vez en 1964, del que el lector puede extraer una imagen clara del universo creativo picassiano, de la pequeña corte que rodeaba al pintor, de sus arrebatos de tacañería, así como una nítida plasmación de las condiciones de vida en el París de la ocupación. No en vano, Picasso dijo en su momento: "Si alguien quiere entenderme, debe leer este libro".