Paradisurik eskaini gabe utzi dugu sagarra usteltzen
eta haren haziek ez dute zuhaitzik ernalduko etxeko saloian.
Eraman itzazu maleta marroia eta zuria,
ez zaizkit gustatzen
aireportuetako fakturazio txartelik zintzilik
sekula eraman ez dituzten maletak,
ez dakit,
dominarik gabeko soldadu beteranoak ekartzen dizkidate gogora.
Eta bete itzazu maletak inoiz jantzi ez ditudan zure pijamekin eta
apalategi hautseztatuan dauden diskoekin,
alaiegiak begitandu zaizkit betitik entzuten dituzun kantuak;
tristeziari eskainitako aria isil bat inprobisatuko dut egun hauetan
auzoek behingoz joan zarela sinetsi dezaten.
Esfortzu handia ez bada
emadazu despedidako besarkada.
Bai, arrazoia daukazu:
ez zaigu sagar alerik gelditzen hozkailuan
azken bekatu txiki hori gauzatzeko

Abisalia es una nueva isla en el universo literario de Asier Serrano. Un nuevo no-lugar en la literatura vasca. Es el último escondite de Lorelei e Hiri Gorria que mudan sin llegar a agotarse y que se han convertido ya en marca de nacimiento del escritor eibartarra. Para descender a las llanuras abisales de los personajes, Serrano hace uso de todas las técnicas pertenecientes al relato. Gracias a la pulsión poética de la literatura, crea imágenes estéticas de enorme fuerza, pero el eco de sus palabras va más allá: tiene como objetivo reclamar los impulsos de las personas que vivimos en una tierra aún más profunda que ésta o que sus profundidades. “Vamos a crear un nuevo universo bajo las sábanas, llamado, por ejemplo, Abisalia. Provocaremos continuos terremotos y los abrazos reclamarán reposo una y otra vez, pero no nos separaremos de la península que formamos”. y los abrazos reclamarán reposo una y otra vez, pero no nos separaremos de la península que formamos”.

“El segundo X” ha detenido el tiempo en el imaginario Estado creado por el autor para esta novela. Las personas, los coches... todos permanecen inertes en una foto que bien podría ser infinita. No obstante, en ese espacio muerto, el protagonista, un relojero, campará a sus anchas cual pequeño dios. Con un pasado político y, sobre todo, personal que lo asedia, se dedicará a saldar viejas deudas antes de partir de la ciudad. Sin embargo, el cruce en su camino de una niña primero y de un misterioso hombre después, cambiará totalmente el sentido de su solitaria huida. Tanto la una como el otro, queriendo o sin querer, pondrán a prueba las convicciones morales del relojero y, pese a estar detenido, verá como poco a poco su tiempo se va agotando. Esta segunda novela de Serrano es un esfuerzo casi sin precedentes en nuestra literatura. Por medio de una muy personal combinación de las variables literarias, el autor ha apostado claramente por una literatura de ideas que no dejará impasible al lector.

"Todo empezó cuando el puto loco Roka se pegó un tiro con la escopeta de su padre". Con estas palabras da comienzo el autor al libro. El suicidio del amigo Roka marcará con fuego el mapa de la mano de Aitor, el protagonista del libro. En adelante, los senderos de la vida colectiva y personal del grupo musical Zuloan, formado por Aitor y sus amigos, se cruzará continuamente durante la década de los 90. Tal y como le sucedió a Aitor, a cada integrante del grupo se le quedará marcado el mapa por la amistad, el amor o las drogas. Y así, de un bache a otro, escapando, e intentando encontrar el mapa que les ayudaría a encontrar la tan deseada felicidad.

Más de 12 años. Tal vez hayas escuchado las narraciones de este libro en Radio Euskadi. Era Asier Serrano quien se dedicaba todas las semanas a leer una de ellas. Realmente, son historias para escuchar, aunque también para contar y leer. El escritor sitúa los personajes mitológicos vascos, en la sociedad actual: Brujas (sorginak), vascos (jentilak), lamias (lamiak), señores del bosque (basajaunak), duendes (galtzagorriak), Divinidad femenina (Mari), Serpiente de fuego que atraviesa el horizonte de Itoitz (Itoitzko zeruertza zeharkatzen duen suzko sugea), Señora del bosque (basanderea)... Con ironía, nos ofrece más de una sorpresa, adentrándose en nuestras ciudades y nuestras fiestas...

Emakume batek mila aurpegi ditu. Edonora baina zurekin joan nahi dut. Poliki, min apur bat egiten dit. Hobe ez bazintudan sekula ezagutu. Bai, nahi dut. Aurki aita izango zara. Umea galdu dugu. Zoaz infernura, laztana. Ez, txokolatezko magdalenak ez ditut nik jan. Bakarrik igaro dut asteburua. Beldurra ematen didazu. Distantzia behar dut. Dagoeneko ez nago zutaz maiteminduta. Gero arte, kontaktuan gaude. Emakume batek mila aurpegi ditu.