El regreso al origen, la sed de los primeros manantiales alienta este poemario. Se trata de un retorno a la infancia, desafiando el curso de la corriente, en el que las voces de la memoria permanecen en el paisaje mientras en nuestras venas late el cierzo, las espigas del último verano y la nieve amontonada. Otros nudos del libro son el lugar del paraíso, el huerto cerrado, el locus amoenus, también con sus sedimentos y sus cicatrices: los restos de una guerra, las autopistas del progreso… La inquietud que atraviesa el río queda reflejada en la sentencia de Heráclito: «Ningún hombre puede atravesar dos veces el mismo río». Nunca es posible volver del todo, pero cuando nos vamos algo esencial de nosotros se queda siempre allí. Con La sed del río Amalia Iglesias Serna ha obtenido el XIX Premio de Poesía Ciudad de Salamanca.

Antonio Machado expresa su “palabra en el tiempo” con esa capacidad que tiene de traernos los ríos como si estuvieran fluyendo ante nosotros, de acercarnos los paisajes como si los contempláramos por primera vez, pero ya los hubiéramos visto muchas veces. Porque todo vibra en sus versos como los álamos intactos de la ribera del Duero, que son todos los álamos de todos los ríos. Porque muchos hemos ido allí a buscar ese paisaje para darnos cuenta de que ese paisaje estaba ya dentro de nosotros mismos. Porque sus caminos se siguen haciendo al andar y son todos los caminos de “lo eterno humano”. Porque “hoy sigue siendo aquel mañana de ayer”.

«Poeta de mestizaje autonómico, de éste y de otros muchos lugares, como corresponde a una de las voces más templadas y nítidas de la poesía vasca actual -afirma Gontzal Díez- la de Amalia Iglesias es una voz alejada de la estética dominante, más cerca de la luminosidad de Juan Larrea, uno de los mejores poetas vascos en francés y castellano, que del verso de algunos contemporáneos. El poeta reconstruye las ruinas para urbanizar un nuevo espacio. Pero hay memoria, siempre temblor de dados o ruido de versos… porque todo poema es una biografía que nace de un impulso que el amauta reescribe y recompone.»

POESIA.

¿Cómo escribir en tiempos de penuria? Dados y dudas es un libro marcado por el cansancio del final de siglo y del milenio. Entre sus versos se respira la atmósfera del vértigo de la Historia, el final de las utopías, la fragmentación de la realidad, la incertidumbre, el ser deshabitado. Una encrucijada de inquietudes donde la duda no es método sino interrogante sin respuesta, la posibilidad misma de que los dados sigan girando.
Frente a un mundo saturado de información, los agujeros negros del lenguaje, la necesidad de expresar lo inexpresable. Frente a la cultura de la simulación y de la prisa, frente a la nada virtual, la búsqueda de un verso verdadero, los pliegues de la identidad en la memoria. Entre las ruinas de la abundancia y sus residuos, rescatar la autenticidad de una mirada o un gesto. Restaurar el tiempo perdido, recuperar los espacios, sembrar palabras en la oquedad, escribir el eco de la queja. Entrar en el desierto con los ojos abiertos.

Amalia Iglesias Serna (1962). Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Deusto (Bilbao). Fue Premio Adonais de Poesía en 1984 con Un lugar para el fuego. En 1988 publicó Memorial de Amauta (Premio Alonso de Ercilla del Gobierno Vasco, 1987), del que acaba de publicarse la segunda edición. Sus poemas han sido incluidos en varias antologías (Las diosas blancas, Poetas de los 80 …) Con Dados y dudas ha obtenido un accésit del Premio Jaime Gil de Biedma 1995.

Este libro dibuja un viaje iniciático de retorno, de la muerte a la vida. Lázaro vuelve desde esa frontera consciente de que la senda queda señalada y de que «habrá de regresar después de todo». Es un superviviente escéptico que arrastra consigo «el fragor de la culpa» frente a los que no tuvieron esa oportunidad, pero también el entusiasmo de caminar de nuevo. A través del lenguaje, el libro evoluciona con el amor como horizonte, con la sola razón de ser en otros brazos capaces de alejar el desasosiego.