Perteneciente a la segunda generación de posguerra, Alberto García Ulecia es un poeta fundamental al que no se ha prestado la atención que merecía, si tenemos en cuenta que su obra brilla a una altura infrecuente en la lírica española contemporánea. El tiempo, la naturaleza, el paisaje, el mundo del flamenco y de las artes plásticas son algunas de las referencias de una poesía honda y clara, de confesa estirpe machadiana, que bebe de los maestros del romanticismo alemán, de la tradición poética castellana y la lírica popular andaluza, y donde la intención moral convive con un sentimiento de fervorosa y serena nostalgia.
El poeta Fernando Ortiz, amigo íntimo del tristemente desaparecido García Ulecia, traza una semblanza de este hombre sabio y sencillo, seleccionando algunos de los mejores poemas de una obra singular e irrepetible en el panorama de la lírica española.