La vida de Renata Vega Carrión se nutre de recuerdos a través de los tres hombres que han formado parte de su vida: Evaristo, el novio falangista que marchó a la contienda y que dio por muerto; Julián, el vecino del tercero, con el que se casó al acabar la Guerra Civil y que la abandonó posteriormente con un niño de corta edad; y Agapito, al que se agarró como a un «clavo ardiendo» y con el que vivió la aventura de «cruzar el charco» en busca de fortuna, algo imposible de conseguir en la España de los años cincuenta del pasado siglo XX. Al otro lado de la mar océana, descubre que el amor no es lo que se piensa, ni lo que se idealiza, sino un sentimiento con altibajos, como la vida misma.