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• ISBN: 9788483671825
• Estado: Muy bueno.
• Prólogo de Fernando Valls Guzmán.
Fundada en 1933 por la escritora y mecenas Victoria Ocampo, dos años después de que apareciera la mítica revista del mismo nombre, en el catálogo de la Editorial Sur encontramos autores de la talla de Joyce, Faulkner, T. S. Eliot, Nabokov, Camus, Sartre, Beckett, Borges, Onetti, Heidegger o Marcuse, lo que da una idea de la importancia que debe otorgarse al hecho de que, en 1953, Álvaro Fernández Suárez publicara su primer libro de relatos -Se abre una puerta...- en la casa bonaerense.
Dividido en dos partes, tituladas respectivamente Celestiales e Infernales, este conjunto de seis relatos responde a los problemas filosóficos y políticos de su tiempo, valiéndose de la ficción para llamar la atención sobre las inquietudes de un hombre que vive en sintonía con los dramas padecidos por muchos españoles tras la cruenta Guerra Civil y el exilio que impuso a tantas personas.
Frente a lo que Gonzalo Sobejano, a propósito de La familia de Pascual Duarte, denominó "realismo existencial", Se abre una puerta... es un perfecto ejemplo de esa otra tendencia, tan común en la narrativa del exilio, a la que Fernando Valls denomina "fábulas existenciales", y en la que se recurre al género fantástico para denunciar los horrores de la guerra y la deshumanización a la que aboca el progreso científico, todo ello servido a través de la excelente prosa y la singular mirada que hacen de Álvaro Fernández Suárez un escritor a redescubrir y a reivindicar.
• Nacido en Vegadeo, Asturias, en 1906, y fallecido en Madrid en 1990, Álvaro Fernández Suárez es uno de los grandes olvidados del exilio español en América. Militante del Partido Republicano Presidencialista de España, durante la República ocupó varios cargos oficiales, tanto en nuestro país como en el servicio diplomático en Italia y Francia. Al final de la Guerra Civil pasó a Francia y posteriormente a Uruguay y Argentina, países en los que ejerció actividades literarias y docentes: redactor de El Pueblo y colaborador asiduo del semanario Marcha y de la revista Sur.
En 1954 solicitó regresar a España para reincorporarse en el Cuerpo de Técnicos Comerciales del Estado, actividad que simultanearía con la de escritor y ensayista. Finalista del Premio Espejo de España por El pesimismo español, es autor de una espléndida novela, Hermano perro, publicada originalmente en México en 1943 bajo el seudónimo de Juan de Larra, y de dos magníficas colecciones de relatos: Se abre una puerta... (1953) y La ciénaga inútil (1968).