TIENES EN TUS MANOS LA GUÍA DEFINITIVA DE LAS MEJORES PLANTAS ELEGIDAS TANTO POR SU VALOR TERAPÉUTICO COMO POR SUS PROPIEDADES ¿Por qué? Porque su autor, uno de los mayores expertos en la materia a nivel nacional e internacional, ha realizado un minucioso estudio de las sustancias que contienen. Sus principios activos serán los que de nan qué acción terapéutica tendrá cada planta sobre nuestro cuerpo y, por descontado, sobre nuestra salud. Eucalipto para los catarros, jengibre para la buena digestión, lavanda para la piel, lúpulo para la ansiedad, valeriana para el insomnio... Dependiendo del efecto que cada planta medicinal cause en nuestro organismo, podemos clasi carlas como: diuréticas, astringentes, depurativas, expectorantes, antiin amatorias, laxantes, antibióticas, digestivas, relajantes, hipotensoras, antisépticas, estimulantes... Conocerlas, nos aporta una sabiduría ancestral, nos brinda gran cantidad de beneficios y nos ayuda a aliviar o a curar los síntomas de muchas dolencias. La toterapia, o uso de plantas medicinales, se postula como uno de los tratamientos naturales más efectivos que existen desde siempre, capaces de ayudarnos en esta nueva centuria. Y, lo mejor de todo, se encuentra más cerca de lo que pensamos: en la madre naturaleza.

Miel, polen, jalea real, propóleo, aloe vera, lecitina de soja, limón, salvado, ajo, magnesio, algas, melatonina, quercitina, coenzyma Q-10, aloe vera... algunos son suplementos y otros remedios naturales que cada vez están más de moda. Con efectos antioxidantes, multinutrientes, vitamínicos, probióticos, pero, ¿qué son realmente? ¿Sabemos distinguirlos? ¿Para qué sirven? ¿Son realmente efectivos? ¿Dónde comprarlos? ¿Pueden prevenir enfermedades? ¿Retrasan de verdad el envejecimiento?
Tienes en tu manos la mejor inversión para tu salud. Se trata de guía más completa y actualizada de aquellos remedios que la naturaleza nos ofrece así como los suplementos dietéticos estrella y sus efectos en el cuerpo.

En una sociedad profundamente medicalizada, en la que todos estamos convencidos de que existe un remedio para nuestra enfermedad, ponerse enfermo ha pasado a ser un hecho normal y cotidiano; pero lo normal no es estar enfermo: lo normal sería gozar de buena salud. Esta aceptación inconsciente hace que se descuiden prácticas saludables preventivas muy simples cuando cualquier método preventivo resulta, tanto a corto como a largo plazo, la mejor “cosecha” para tu bienestar.
Tú eliges, ¿cuidarte o curarte?