Un pintor debajo de un fregadero

• ISBN: 9788416689286
• Estado: Como nuevo.
• Traducción de Teresa Matarranz.
• Ilustrado en blanco y negro.

“Esta historia está inspirada en un caso que les sucedió a mis abuelos: un pintor refugiado que dormía escondido debajo del fregadero”.
Esta historia añade y desborda fantasía, pero se basa en una historia real. Afonso Cruz inventa los hechos vividos por Sors, un pintor que vivió debajo del fregadero de sus abuelos: su familia, su amada, sus amigos y sus protectores, las dos guerras mundiales que azotaron Europa, la huida a los Estados Unidos y el regreso a un viejo continente infestado de ideales nazis con la esperanza de reencontrar a su madre. El relato de Cruz contiene verdades universales distintivas de la mejor literatura, y al mismo tiempo nos conmueve y nos conquista a través de su imaginación y su manera de narrar.

«La novela de Afonso Cruz es una excelente primera aproximación a la literatura portuguesa contemporánea, una elegante invitación a sumergirse en los misteriosos ámbitos literarios de un país enamorado del mar, la melancolía y la aventura.» (Mapa de lecturas).

«Tiene esta novela corta la fortaleza de conmover al lector, de principio a fin. Y es, tal vez, la mirada de ese narrador, que con unos pocos datos construye una ficción, la que nos permite reflexionar sobre la vida. O es la capacidad de mezclar emociones y saberes, de forma magistral, a partir de la historia de un hombre que nace artista.» (La Madriguera del Conejo.

• Afonso Cruz nació en Figueira da Foz en 1971. Un escritor multifacético, ya que trabaja como director de películas de animación, ilustrador y músico. Cruz estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de Lisboa y en el Instituto de Artes Plásticas de Madeira.
Su carrera incluye varias películas de animación y series. Inició su carrera como escritor de ficción en 2008 con la novela La carne de Dios. Ganó un importante premio de cuentos con su obra Enciclopédia da Estória Universal aunque ha sido reconocido internacionalmente por La muñeca de Kokoschka y Jesucristo bebía cerveza (Alfaguara, 2014).