Pedro Horrach, el fiscal que puso en jaque a la corrupción

Habla por primera vez el fiscal anticorrupción que llevó a la justicia a Urdangarin.

En marzo de 2016, un miembro de la Casa Real, Cristina de Borbón, declaraba por primera vez ante un tribunal por una trama de desvío de fondos públicos, el caso Nóos. A su lado, en el banquillo de los acusados, estaba su esposo, Iñaki Urdangarin. Era la culminación de una larga investigación iniciada por el fiscal Pedro Horrach que ha marcado un antes y un después en la historia de España, y en la del propio fiscal: durante un juicio que ha durado seis meses y que fue televisado minuto a minuto, Horrach ha recibido duras críticas por sus intentos de mantener al margen a la infanta. Aun siendo su caso más mediático, el de Nóos tan solo ha sido el último caso de Horrach, y el que parece que ha ensombrecido todos los escándalos de corrupción política que ha destapado el fiscal en Baleares. Los sobornos, aunque difíciles de demostrar en un juicio, estaban en las islas a la orden del día, y parte de ese dinero se destinaba a la financiación ilegal de los principales partidos. Han sido diez años de trabajo intenso, sin descanso ni vacaciones, en los que, junto a sus compañeros de la Fiscalía Anticorrupción, los agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Agencia Tributaria, Horrach acorraló a los principales líderes políticos y consiguió condenas de cárcel para todos ellos.

Superando presiones de todo tipo, cartas amenazantes y campañas mediáticas en su contra, el fiscal se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los fiscales más famosos y polémicos del país. Guste o no, su actuación no ha dejado indiferente a nadie.