Los dioses nos asistan. «(Reflejos II)»

Suceden profundos cambios en la vida de Antonio. Sorpresivamente, caen en sus manos unas empresas relacionadas con negocios turbios que le proporcionan una gran fortuna y poder. Antonio descubre que están relacionadas con La Hermandad, una secta neopagana con ritos muy extraños. El brazo político de La Hermandad, el PPR, se afianza como segundo partido de la oposición y, en un momento de gran inestabilidad política, cualquier partido que aspire a gobernar deberá contar con él. Los planes de Don Pablo, su líder, se están cumpliendo como él ha previsto.
Tras el éxito de su primera novela, de la que se han agotado ya las dos primeras ediciones, en esta nueva entrega el autor vuelve a sumergirnos en un mundo de narcotráfico, corrupción política, fanatismo religioso... pero donde también hay ráfagas de amor, bondad, altruismo... Un mundo de ficción que es un reflejo distorsionado, pero sospechosamente parecido al mundo real. De nuevo invita a los lectores a que sean ellos mismos quienes vayan analizando y descubriendo las causas y la explicación de las distintas tramas. Tramas que se entrecruzan y se mezclan como el reflejo de la realidad en un charco sucio bajo la lluvia.
El estilo del lenguaje sigue siendo frenético, descarnado, sin apenas descripciones. Sometido completamente a proporcionar información sobre la trama. Los diálogos de los personajes van llevando al lector a descubrir los engranajes de las distintas subtramas contenidas en la historia. Novela entre negra y gótica, aderezada con algunos toques de humor negro y ácido. De lectura rápida. Es una novela que engancha.