La historia personal de Zoya es también la de los últimos veinticinco años de Afganistán, un territorio torturado sin cesar por los conflictos bélicos. Zoya, nacida en Kabul en 1987, vivió en su niñez la ocupación soviética.

«...Mejor no hablar de esa bobada ?dijo Cora?. Se trata de algo más importante. Estoy planeando un asesinato. Por un momento me la quedé mirando con la boca abierta. Hasta entonces nunca habíamos planeado un asesinato; en nuestro entorno, las muertes se habían producido de modo improvisado y espontáneo...» Pero la amistad entre Cora y Maja no conoce límites.

La aristocrática familia Mitford siempre se enorgulleció de respetar la tradición histórica de Gran Bretaña. Durante el siglo XX, sin embargo, los Mitford deben adaptarse con mejor o peor fortuna a unos tiempos llenos de conflictos sociales y políticos.

Ocho relatos, situados en París, de Lilian Faschinger (Austria, 1950).
París alberga en su interior muchas ciudades. Y es que en los barrios de la cosmopolita Ciudad Luz se desarrollan cada día innumerables historias, vividas por personajes que habitan desde el ilustrado Montmartre hasta el medioburgués suburbio de Nogent, desde la multirracial Goutte d'Or al exquisito Neuilly. En "Dobles historias" Lilian Faschinger brinda al lector un puñado de estas vidas que se acercan y se entrecruzan a lo largo de un verano parisino; ocho historias enlazadas que protagonizan, entre otros, una taxista africana con un hijo adolescente aficionado a los grafitos; un músico francés atrapado entre dos amores que toca la marimba en un grupo de salsa; un escritor norteamericano que no acaba de encontrar la armonía en el Feng Shui y se enamora de su asistenta filipina, o una empleada de banca que cae en brazos de un guapo terrorista corso por culpa de los vaticinios de una vidente telefónica. Un mosaico de escenarios y existencias donde la autora refleja con maestría el agridulce entramado humano de una urbe única.

Tal vez Siri Hustvedt, radicada en Brooklyn, hubiera tenido más dificultades para publicar de no estar casada con Paul Auster. Pero de ahí no debe seguirse prevención alguna contra la calidad de sus novelas. Calidad que ya había quedado manifiesta en "Los ojos vendados", por ejemplo, y que ahora se refrenda en "Todo cuanto amé". El seguidor de Auster encontrará algunos tics propios del autor de "Leviatán", en especial en los primeros compases de la novela, aunque ese aire de familia quedará pronto diluido en las cirtudes especificadas de la obra. La relación a lo largo de los años entre un pintor y un historiador del arte -magníficamente retratado aquí en su relación con las musas del pigmento- vertebra una historia en la que juegan un papel principal tres mujeres, un mentiroso compulsivo y el engaño. A la postre, la mentira acabará siendo portadora de secretas amenazas.

El vínculo que unió a Cuba y a España durante varios siglos permanece vivo aún en las calles de La Habana. Pasear por la ciudad es admirar su belleza arquitectónica, por lo que le valió ser nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.