Estoy desnudo

2ª edición (1ª edición: 2009).
Yasutaka Tsutsui seleccione para este volumen, por encargo de la propia editorial Atalanta, los que, a su juicio, son sus mejores cuentos. El resultado, como era de esperar, es insólito.

«Mi consejo es que no se pierdan esta obra maestra contemporánea, bajo ningún concepto.» (Nuño Vallés, El confidencial.com).
«Mediante esa fórmula sencilla pero distinta, y gracias a la naturalidad del relato, al espectáculo que abruma entre carcajadas -créeme: carcajadas-, Tsutsui arrastra al fondo de su patética fiesta en la que el mundo tan bien se refleja.» (Gabi Martínez, Qué leer).
«A Tsutsui cualquier etiqueta le aprieta. ¿Políticamente incorrecto, autor de culto, sarcástico? Quizá convenga decir que, como los mejores autores de ciencia ficción -aunque sea más que eso-. trata los temas graves (de la política al lenguaje pasando por el sexo) sin que uno pierda la sensación de leer un relato de aventuras. Las aventuras de la vida cotidiana, aunque los personajes tengan los ojos rojos, colmillos afilados y no podamos parar de reírnos». (Carlos Pardo Público).
«Tsutsui utiliza un humor desternillante —cruel a veces con sus criaturas, gente corriente— que evita sutilezas, de raíz surrealista, y que degenera con frecuencia en la comedia bufa —su afecto por los hermanos Marx no es casual—, para hacer sátira social, para denunciar los absurdos caminos que ha tomado el mundo en que vivimos. Para esta actitud crítica tanto como las astracanadas —término que emplea el autor, según la traducción de la entrevista— le gusta recurrir a la ciencia ficción. En fin, Tsutsui, un descubrimiento de lo más estimulante.» (H. J. Porto, La Voz de Galicia).
«¿Cuánta gente habrá capaz de articular ecosistemas literarios así de alucinantes, alternando la risa y el horror mientras vapulea lo peor de la sociedad y reivindica la libertad y el arte? Tsutsui es una perla que estaba escondida para el español, y el rescate honra aún más el nombre de su editorial: Atalanta, la cazadora.» (Gabi Martínez, Qué leer).
«Tsutsui es un escritor respetado en su país, lo que se suele decir de culto, y sus narraciones, con raíces en la ciencia ficción y ramas en el mundo del manga, justifican más que sobradamente su buena reputación y la consideración de gurú de la metaficción.» (Isabel Gómez Melenchón, Cultura/s. La Vanguardia).
«Es elástico, astuto, elegante, despreocupado. No quiere ser lírico. Le interesa el ritmo y el humor. No busca el peso ni la arquitectura, sino más bien el prolijo amontonamiento de pequeñas cosas. No busca una construcción perfecta, sino un efecto global. Es un poco gamberro. Tiene muchas ganas de reírse y de hacernos reír, aunque también puede ser sombrío y apocalíptico […]. Aquellos que sientan un verdadero interés por el presente harán bien en explorar a Yasutaka Tsutsui. No se verán defraudados.» (Andrés Ibáñez, Revista de libros).
«Con el reciente boom de la literatura japonesa conocemos los discípulos domesticados pero nos faltaba el origen corrosivo. Por primera vez se traduce en nuestro país –y muy bien, por cierto– una selección de relatos del maestro en falta, Yasutaka Tsutsui, piezas exactas, satíricas y violentas.» (Carlos Pardo,< I> Público).
«“Hombres salmonela en el planeta Porno` es un breve y concentrado vislumbre de una obra enorme cuyo impacto sobre la crítica más despierta y sobre los lectores está aún por ver […]. En el aburrido panorama actual, éste es un libro de cabecera que debería ser saludado imperativamente y con entusiasmo por todos los que se ocupan de lo postmoderno, lo meta-narrativo, lo cibernético y pangeico, lo mutante y/o lo afterpop en literatura en nuestro país.» (Sergio Colina Martín, Quimera).

• Yasutaka Tsutsui es novelista, autor teatral, crítico literario, actor y músico. Después de graduarse en la Universidad de Doshisha en arte y estética, fundó la revista de ciencia ficción NULL. Durante los años setenta comenzó a experimentar con diferentes formas literarias aunque logró un gran reconocimiento como autor de ciencia ficción. En el verano de 1993, Tsutsui anunció que dejaba de escribir como reacción al linchamiento que había sufrido en la prensa por una protesta hecha por la Asociación de Epilépticos de Japón debido a ciertas expresiones sobre la epilepsia que aparecían en uno de sus cuentos. En protesta por la falta de libertad de expresión se negó a publicar en su país, convirtiéndose en el primer ciberescritor de Japón al haber sido internet durante una larga temporada el único medio de poder leer sus historias.
Su prolífica obra ha obtenido numerosos e importantes galardones: en 1981, el premio Izumi Kyoka por «Kyojin-Tachi» (Gente imaginaria); en 1987, el premio Tanizaki por «Yumenokizaka-Bunkiten» (La intersección Yumenokizaka); en 1989, el premio Kawabata por «Yoppa-dani eno Koka» (El descenso al Valle Yoppa); y, en 1992, el premio de CF de Japón por «Asa no Gasuparu» (Gaspar de la Mañana). En 1997 fue nombrado por el Gobierno francés «Chevalier des Arts et des Lettres».

[TRADUCCIÓN: JESÚS CARLOS ÁLVAREZ CRESPO]